martes, 15 de octubre de 2013

Pollo al curry y lactancia materna.

La verdad es que tengo mucha suerte porque mis hijos comen de todo, algunas cosas les gustan más y otras menos, pero aceptan cualquier sugerencia, desde el mayor, 12 años, al enano con 18 meses. Es verdad que esto tiene un factor de suerte indiscutible, pero hay otra serie de pequeñas cosas que ayudan a que los niños estén abiertos a cualquier sabor.

Yo creo que la cosa empieza ya en el vientre materno, excepto aquello que el ginecólogo retire por causas médicas, se debe comer de todo y variado y de alguna manera al niño le van llegando los distintos sabores. Pero llega un momento aún más decisivo y donde yo creo que esta el punto clave, la lactancia materna. Los médicos somos muy pesados con sus beneficios, pero es que es cierto y si no fueran pocos los beneficios que produce en la salud física y afectiva del bebe y la madre, también esta relacionada con la tolerancia a los cambios de sabor. Por la leche materna pasan los distintos sabores de los distintos alimentos que la madre come, por eso el bebe va cambiando, aunque sea levemente de sabor con cada comida de su madre. Si la madre hace una dieta plan, sin casi cambios en sabores o con sabores muy parecidos, el niño no se acostumbrara a probar cosas nuevas en cada comida, como ocurre con los alimentados a biberón en los que la leche del "bote" sabe siempre igual.
Una vez superada esta etapa, comenzamos con los purés y ese es otro punto crítico, es el momento de acostumbrarse no solo a sabores nuevos si no a texturas diferentes. Debemos seguir sin desviarnos los consejos que nuestro pediatra nos de, pero podemos y debemos combinar los distintos alimentos que le podemos ir dando al niño, variando a diario sabores y texturas del puré. No es lo mismo cocer el pollo que hacerlo a la plancha y después incorporarlo a las verduras, no sabe igual un gallo, que una rodaja de merluza siendo ambos pescados blancos.
Bueno todo esto unido a una paciencia infinita y un amor sin fisuras hacia esos pequeños personajes que se nos ponen en el camino, para que los acompañemos hasta que ellos quieran.
Todo este rollo venia porque la receta que traigo hoy es también para toda la familia, incluido el más pequeño. La diferencia es la cantidad de curry que añadimos. Yo si es solo para adultos pongo una cucharada sopera para 400cc de nata, si la van a comer los enanos reduzco la cantidad a la mitad. Pero también depende mucho del tipo de curry. Yo uso generalmente, uno que compro en una tienda inglesa que hay en Altea, cuando voy me traigo cargamento de cosas. Y cada curry es muy particular, en realidad el curry es una mezcla de especias y dependiendo de la cantidad y la variedad de estas asi será el curry de fuerte o suave.

INGREDIENTES.
4 filetes de pollo limpios sin grasa ni huesos.
1/2 cebolla.
400 ml de nata para cocinar.
Curry.
aceite de oliva virgen extra.
Sal
ELABORACION.
Cortamos la cebolla en trozos muy pequeñitos y la sofreímos en aceite de oliva, cuando este empezando a transparentar añadimos le pollo en cubo de aproximadamente 2 cm levemente salados y lo más limpios posibles de grasa. Tras darles un golpe de calor, para sellarlos por fuera, en un par de minutos está, escurrimos el aceite y añadimos el curry, lo mezclamos bien con el pollo, incluso fuera del fuego para evitar que el curry se queme y echamos la nata, lo movemos bien y lo dejamos cocer a fuego lento durante unos 20 minutos, moviéndolo de vez en cuando.

Para acompañar yo en ocasiones lo hago con arroz blando y en otras, como esta, con patatas fritas.
 "Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia". San Lucas 11, 37

No hay comentarios:

Publicar un comentario