miércoles, 26 de noviembre de 2014

Patatas rellenas.

En esta época ver tanta seta en el mercado me tienta mucho y el otro día junto a las setas había unas patatas con una pinta de muerte, pues vamos a mezclarlas ¿no?. Hace como un año ya publique unas patatas con carne y níscalos, que son de mis guisitos preferidos.


Para esta receta yo he usado un variado de setas que encontré en el supermercado, pero podéis elegir las que tengáis más a mano, desde unos sencillos champiñones cultivados a unas deliciosas trompetas de la muerte. Las patatas es interesante que sean de calidad, hay mucha diferencia entre una buena patata y una que no lo es y en esta receta se nota mucho.

Nuevamente aprovecho la excusa de una receta con setas, para recordaros la peligrosidad de una intoxicación, para no repetir el mismo rollo, daros una vuelta por la receta de las patatas con carne y níscalos, pinchando en el link.

INGREDIENTES

4 Patatas grandes.
500 gr de setas.
1 cebolla
2 dientes de ajo.
400 cc de nata para cocinar.
Sal y pimienta negra.
Nuez moscada (opcional)
Queso Emmental rayado.
Aceite de Oliva Virgen Extra.

ELABORACIÓN

Ponemos a hervir las patas, sin pelar, en abundante agua con sal, vamos comprobando el punto pinchándolas con una aguja y cuando esta entre con suavidad, están listas, las apartamos del fuego y dejamos que se enfríen.


En una sartén pochamos la cebolla en brunoise y los dientes de ajo, con una pizca de sal y dejamos que se hagan lentamente hasta que la cebolla este transparente. Lavamos bien las setas, que no nos quede nada de tierra y las cortamos en dados pequeños, se las añadimos a la cebolla y mezclamos bien, dejando que se hagan todas juntas hasta que estén bien blanditas.


Mientras se hacen cortamos las patatas longuitudinalmente por la mitad y con la ayuda de una cuchara de postre las vaciamos sin que se nos rompan, reservando la carne que hemos sacado. Colocamos en una bandeja apta para horno las patatas.


Mezclamos la carne de las patatas con las setas bien pochadas, mezclamos y añadimos 200cc de nata y movemos para que se ligue bien. Es el momento de añadir la nuez moscada y de rectificar de sal y pimienta negra recién molida.

Con un par de minutos todo junto en la sartén lo tendremos listo para rellenar las patatas. Ponemos el relleno en el interior de los "barcos" de patata y cubrimos con queso emmental (o el que más os guste) mezclado con nata y al horno a gratinar.


Quedan riquisimas y muy sencillitas de hacer.


«Los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre,
y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí". San Lucas 21, 12

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Escudella de bacalao. Proyecto Roca.

Un mes más tenemos receta del proyecto Roca. Un precioso proyecto para poner fotos a las recetas del libro de Joan Roca, Las Mejores Recetas de mi Madre. Este mes le tocaba elegir a la última incorporada al reto, Pom Palmira y ha elegio una receta de bacalao, bravo, adoro el bacalao en cualquiera de sus manifestacioes.


Al recibir la propuesta de la escudella, la verdad, reconzco mi ignoracia, no tenia ni idea de en que consistia y me puse a navegar por internet y me quedo claro que es un plato tradicional, pero con mil interpretaciones. La receta que nos propone Joan Roca es la receta más clasica, la base de la escudella y sobre ella son posibles muchísimas variaciones. Yo como era mi primera escudella he sido "casi" fiel a la receta original, unicamente permitiendome el introducir puerro junto a la cebolla y no echando el peregil final que propone en la receta del libro.

INGREDIENTES

300gr. de bacalao en migas.
1 cebolla.
1 puerro.
2 tomates.
4 dientes de ajo.
1,5 litros de caldo de pescado.
Fideos gordos.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta negra.

ELABORACIÓN.

Comenzamos poniendo el día anterior en remojo las migas de bacalao, haciendoles al menos 3 cambios de agua.

Mientras preparamos el resto, ponemos una cazuela con agua abundante para preparar un caldito de pescado, yo en este caso tenía unas pieles de bacalao fresco y su espina a lo que añadi una zanahoria y el verde del puerro, junto con un poco de sal, o deje cocer unos 20 minutos y listo.


Picamos la cebolla y el puerro en brounoise, trocitos muy pequeños, y los ponemos a pochar en aceite de oliva virgen extra muy despacito, con una pizca de sal y pimienta negra, que suelten poco a poco el jugo, cuando empiezan a cocerse añadimos los dientes de ajo fileteados y dejamo que se hagan juntos. Al cabo de unos minutos del añadimos los tomates rallados y dejamos que se cuezan lentamente hasta que el sofrito esté bien reducido.

Este es el momento de añadir las migas de bacalao, removemos bien y le añadimos el caldo hirviendo, echamos los fideos y los dejamos cocer hasta que esten al dente, rectificamos el punto de sal y en la receta original es el momento de añadir el perejil fresco muy picado (yo como os dije no lo puse).


Y lo tonemos listo, un plato tradicional, sano supersabroso y que con estos frios te recompone. Y ahora ¡¡¡A disfrutar!!! con lo que han preparado el resto.

Rosalía
Sofía


"Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa".San Lucas 19, 4.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Lasaña de carne.

Hace ya un mes, publique la receta básica de la pasta fresca con la idea de ir aportando recetas para darle utilidad. La primera es esta lasaña, que aprovechando aquella pasta que preparamos, pero que hasta ahora no había podido publicar. 


Mi propuesta es hacerla con  pasta fresca hecha por nosotros, pero puedes hacerla igual con pasta comprada en comercios, las hay de muy buena calidad, con y sin cocción previa.

A mis hijos yo creo que la lasaña es de sus platos preferidos, la noche que la tenemos de cena es una fiesta total. La que más les gusta es esta de carne, aunque con atún también les chifla.

INGREDIENTES.

Pasta fresca al huevo. O laminas de pasta comprada.
500 gr. de carne picada de ternera.
1 cebolla grande
2 dientes de ajo.
2 tomates rojos.
1/2 pimiento rojo.
Sal.
Pimienta negra.
Aceite de oliva Virgen Extra.
Queso rallado para gratinar.
Mantequilla.
Bechamel   
      75 gr. mantequilla. 
      90 gr. de harina. 
      1 litro leche. 
      Nuez moscada (opcional)
      Sal.

ELABORACIÓN.
En primer lugar preparamos las láminas de pasta según podéis ver pinchando en el enlace. una vez lista ponemos abundante agua a hervir con sal y sumergimos en ella nuestra pasta durante 2 o 3 minutos, la sacamos la escurrimos y dejamos que elimine todo el agua sobre un trapo limpio.

Para el relleno, picamos la cebolla el ajo y el pimiento muy finitos y lo ponemos a pochar en aceite de oliva virgen extra, cuando lo tengamos transparente añadimos los dos tomates rayados y dejamos que reduzca hasta que quede una salsa espesa. Incorporamos la carne picada y la movemos bien mientras se hace para que se mezclen bien los sabores y la carne no quede apelmazada. Ponemos a punto de sal y pimienta al gusto.

Mientras cuece la salsa para el relleno, vamos preparando la bechamel. Para ver como la preparamos podéis pinchar en la receta de las berenjenas rellenas


Justo antes de empezar a montar la lasaña me gusta añadir un par de cucharadas soperas de bechamel al relleno, de esa forma adquiere más consistencia y untuosidad.


Con todo listo ya solo nos queda montar los pisos. en el fondo yo siempre pongo un capa finita de bechamel, sobre la que coloco la primera capa de laminas de pasta, encima ponemos la carne y una nueva capa de pasta y así hasta lo que nos de el relleno, terminando siempre con una capa de pasta sobre la que ponemos toda la bechamel. Espolvoreamos queso al gusto y unas pequeñas "nueces" de mantequilla.

Lo ideal es dejarla al menos 30 minutos antes de llevarla al horno a gratinar, para que se asiente bien y los sabores terminen por mezclarse.

La gratinamos y a disfrutar.





«Ve. Tu fe te ha salvado». Lucas 18, 42

viernes, 14 de noviembre de 2014

Coca integral con rúcula y tomates cherry.

Internet ha cambiado el mundo en muchas cosas, y yo creo que uno de los que más el gastronómico. Ahora tenemos a golpe de botón cualquier receta con múltiples variables. Pero yo lo siento, soy un clásico y sigo siendo un enamorado de los libros y el ultimo que me he comprado ha sido el de Cocas de Xavier Barriga, librazo muy muy recomendable. 


Desde hace un par de meses la dieta esta presente en mi vida y de verdad eso para un "cocinero" como yo es todo un desafío y más aun cuando tienes gente en casa a cenar y no le vas a sacar tus "suculentos" manjares de dieta.

El libro del que os hablo tiene mil propuestas, creo que no voy a tener día para preparar todas, pero la que hoy os traigo me encanto, porque combina una deliciosa masa integral, aunque tibia esta deliciosa, la puedes preparar sin problema unas horas antes y no tienes que estar pringado en el último momento. Yo le he introducido una pequeña variante, respecto a la receta original, usando la mermelada de cebolla, que publique hace un mes, en la base de la coca, y le da un rico contraste con el amargor de la rúcula y además por encima e añadí unas lasca de parmesano, que tampoco aparecen en la receta original.

INGREDIENTES

Con estas cantidades te salen 4 cocas de unos 250gr cada una.

Para la masa:
500gr. de harina de trigo integral.
10gr. de sal.
35 ml. de aceite de oliva virgen extra.
330ml. de agua a temperatura ambiente.
10gr. de levadura fresca o 3gr. de panadera seca.

Para la cobertura:

Mermelada de cebolla
Rúcula.
Tomates cherry.
Parmesano.
Aceite de oliva virgen extra.

ELABORACIÓN.
Mezclamos todos los ingredientes de la masa, dejando para el final del amasado la levadura. Es una masa bastante fácil de amasar ya que no se pega casi nada por la hidratación que lleva y sobre todo el aceite. Con un amasado de 5-10 minutos tenemos suficiente.


Hacemos una bola y dejamos que repose en un bol enharinado cubierto con un paño húmedo durante al menos 1 h. Pasado el tiempo de reposo, dividimos la masa en 4 y formamos con ellas unas barras y las dejamos reposar otros 20 minutos.

Con ayuda de un rodillo sobre la encimera levemente enharinada, las aplanamos hasta formar rectángulos de unos 35 cm de largo por 10 de ancho aproximadamente. Las untamos con AOVE y las dejamos fermentar sobre la bandeja del horno con papel sulfurizado durante 90 minutos.

Precalentamos el horno a 220ºC.

Una vez fermentada la base de la coca untamos la mermelada de cebolla y las metemos al horno durante 30 minutos. Los primeros 5 minutos a 220ºC y luego bajamos a 180ºC.

Sacamos del horno, dejamos que se temple y añadimos el resto de ingredientes, primero la rúcula, los tomates cherry cortados a la mitad, las lascas de parmesano y regamos con aceite de oliva virgen extra y listo a disfrutar.





"Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;" Lucas 17, 29.

martes, 11 de noviembre de 2014

Mejillones tigre.

Esta receta es una de esas que no falta en ningún mostrador de los "mejores" bares españoles, un clásico vamos y la verdad no me extraña, están de muerte.


En pleno mes de agosto os contaba como preparo los mejillones a la barbacoa y en esa misma entrada os hacía un resumen de la maravilla que son, desde el punto de vista de la nutrición para nuestro organismo, por ello, porque están de muerte, son baratos y porque son el sustento de muchos españoles os animo a preparar mejillones, hay mil manera, yo de momento os he dejado dos en el blog, pero aparecerán más, seguro.

INGREDIENTES.

1 Malla de 1kg de mejillones frescos.
1 Cebolla.
2 c.s. de aceite de oliva virgen extra.
50gr de mantequilla
4 c.s. de harina.
300 cc de leche.
300 cc de caldo de hervir los mejillones
Sal.
1/3 c.p. Pimentón picante (opcional).

ELABORACION.

Limpiamos muy bien los mejillones y les quitamos las "barbas". En una cazuela de diámetro ancho ponemos 3 dedos de agua, añadimos un puñado de sal y lo llevamos a ebullición. Cuando comience a hervir echamos los mejillones, lo tapamos y lo dejamos 3 o 4 minutos. Retiramos del fuego y dejamos que se enfríen para poder manipularlos.


Mientras picamos finito la cebolla y en el aceite la ponemos a pochar a fuego medio-bajo, cuando la tengamos transparente añadimos la mantequilla, dejamos que se funda y echamos la harina, lo mezclamos bien y dejamos que se tueste levemente. En la receta de las berenjenas rellenas de carne tenéis el proceso de la bechamel más detallado. Añadimos la leche muy caliente y cuando este bien ligado con la harina ponemos el caldo de hervir los mejillones, bien filtrado, yo me ayudo de un trapo para asegurarme que no queda ningún resto. Lo ligamos todo bien y dejamos que cueza a fuego más bien bajito. 


Los mejillones tenemos que vaciarlos y reservar las conchas. La carne la cortamos en trocitos y se la añadimos  a la bechamel y dejamos que todo cueza junto, al menos 15 minutos. Una vez bien cocido, añadimos el pimentón picante, en caso de querer usarlo y dejamos que cueza otros 4 o 5 minutos y lo tenemos listo.


Ahora solo nos queda montar los tigres. Con la masa templada y la ayuda de una cucharada rellenamos las conchas de los mejillones y dejamos que se enfríen. Cuando estén a temperatura ambiente los pasamos por huevo batido y pan rallado y a la sartén o freidora con abundante aceite de oliva.


Palabra, quedan de muerte.




"Prepárame algo para cenar, y cíñete para servirme hasta que haya comido y bebido, y después comerás y beberás tú". Lucas 17, 8

viernes, 7 de noviembre de 2014

Galletas de chocolate.

El fin de semana es el mejor momento para cocinar en familia y lo ideal es preparar cosas que después ellos se coman con gusto y os aseguro que estas galletas se las comen casi antes de estar horneadas.



Para prepararlas hay que usar azúcar glass, un consejillo que os doy es que si tenéis Termomix u otra batidora de vaso que te permita prepararlo, ese azúcar no queda tan pulverizado como el que se compra, pero para recetas de este tipo, más que suficiente. Yo otro truquillo que uso es aprovechar las vainas de vainilla, después de usarlas para infusionar y de rascar bien su contenido las dejo secar y cuando están bien, bien secas se las añado al azúcar y lo pulverizo todo junto y nos deja un azúcar glass con un sabor y un olor a vainilla de muerte.

INGREDIENTES

150gr. mantequilla
150gr. azúcar glass
225gr. de harina.
45gr. de cacao en polvo
Un pellizco de sal.

ELABORACIÓN

Es una receta muy sencilla, por eso os propongo prepararla con los enanos. Solo una recomendación, como harina no uséis nunca harina de fuerza ya que en el horno se van a abarquillar por la tensión que le provoca a la masa. La ideal una harina floja, si no la normal que usamos rebozar.


Hay que acordarse de sacar la mantequilla de la nevera un rato antes, porque la necesitamos en pomada.

Juntamos primero todos los ingredientes secos y cuando los tenemos bien integrados vamos añadiendo poco a poco la mantequilla en pomada, hasta tener todo bien mezclado. Hacemos una bola la envolvemos en papel film y a la nevera como mínimo media hora. Mientras aprovechamos para precalentar el horno a 190ºC.


Extendemos la masa, con la ayuda del rodillo, yo las he hecho varias veces y quedan más ricas si las hacemos un poco gorditas entre medio y 1 cm de grosor, más finas se secan un poco y mas gruesas tampoco son lo mejor, pero eso va en gustos. Cortamos con un corta pasta o con la forma que queramos, y al horno durante 8 minutos.

Las dejamos enfriar, si os dejan y a disfrutar.




"Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla" Lucas 15, 2


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Rabo de toro estofado.

Lo mejor de la llegada de los fríos, es que podemos hacer guisos sin "remordimientos" y este es uno de mis preferidos. La verdad es que no es para comerlo todos los días, pero un buen homenaje de vez en cuando, que bien sienta.


Genéricamente lo llamamos rabo de toro, pero en realidad, pocas veces es de toro realmente. En Madrid en algunas carnicerías podemos encontrarlo, pero la verdad no es sencillo y de precio elevado, por eso lo habitual es prepararlo de ternera, como es este caso. También se puede encontrar congelado, pero  no os lo recomiendo, no por el congelado en si, si no por el tipo de corte que lleva. Los rabos congelados los cortan a maquina y el corte lo hacen por donde cae, habitualmente por el hueso, mientras que cuando es fresco, el carnicero lo corta a cuchillo y debe cortarlo a través de la articulación de las vertebras, ¿y esto que tiene que ver con la cocina?. Pues que lo mejorcito del rabo es la gelatina que aporta al guiso y una gran cantidad de esta se encuentra en los discos intervertebrales que quedan al aire al cortarlos a mano, pero quedan escondidos si el rabo se corta por los huesos.


En cuanto a cantidades con un rabo tenemos para unas 4 o 5 raciones.

INGREDIENTES.

1 Rabo.
2 Zanahorias.
1 Cebolla morada.
1 Puerro.
1/2 Pimiento rojo.
3 Dientes de ajo.
2 Tomates maduros.
500 cl de vino tinto.
500 cl de caldo de carne o agua.
1 copa de Pedro Ximenez (opcional).
Sal.
Pimienta negra.
Harina.

ELABORACIÓN.

 Empezamos salpimentando y enharinando los trozos de rabo. Yo lo suelo hacer metiendo todos los trozos en una bolsa y así con muy poca cantidad de harina, a penas 1 cucharada sopera, cubro uniformemente todos los trozos.


Calentamos aceite, bien en una sartén a parte, bien en la cazuela directamente, yo uso esta segunda opción y doramos bien los trozos de carne. Una vez doraditos los sacamos y en ese mismo aceite hacemos un sofrito con la cebolla, el puerro, el pimiento, la zanahoria y los ajos. Cuando la cebolla empieza a transparentarse, añadimos los tomates rallados y dejamos que espese la salsa.


Una vez con el sofrito en su punto, tenemos dos opciones, hay gente que añade un poco de azúcar y en mi caso prefiere añadir una copa de Pedro Ximenez u otro vino con un toque dulce. Esto se hace porque el vino tinto al reducir tiende a dar un punto de acidez. Si le añades el vino dulce con una copa se suficiente, lo dejamos reducir 5 minutos, añadimos los trozos de rabo, mezclamos bien y cubrimos con el vino tinto y el caldo de carne, lo llevamos a ebullición y a partir de ese momento lo dejamos cocer a fuego lento durante una 2 horas y media 3, dependiendo del tipo de carne y el tamaño. El punto lo tenemos cuando la carne se desprende sola del hueso.

Sacamos los trozos de carne, pasamos la salsa por la batidora y el chino y volvemos a mezclar todo y lo dejamos que cueza junto otros 30 minutos.


Lo ideal es tomarlo de un día para otro, como casi todos los buenos guisos.




"El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo mío". Lucas 14, 26